
007: Nunca digas nunca jamás
Resumen
James Bond comete un error durante una misión de entrenamiento, lo que hace que M piense que el agente secreto está en mala forma. Como resultado, M suspende a Bond de sus funciones. Sin embargo, cuando la organización terrorista Spectre roba dos mísiles nucleares, M tiene que volver a confiar en Bond, pues él es el único agente que puede derrotar a Spectre.
Reparto principal
Sean Connery
James Bond
Klaus Maria Brandauer
Maximilian Largo
Max von Sydow
Ernst Stavro Blofeld
Barbara Carrera
Fatima Blush
Kim Basinger
Domino Petachi
Bernie Casey
Felix Leiter
Alec McCowen
Q 'Algy' Algernon
Edward Fox
M
Pamela Salem
Miss Moneypenny
Rowan Atkinson
Nigel Small-Fawcett
Valerie Leon
Lady in Bahamas
Milos Kirek
Kovacs
Reseñas
(CASTELLANO) Hay películas de Bond que se sienten extrañas dentro de la propia saga, y esta es una de ellas. No forma parte de la línea oficial de EON y, aunque cuenta con Sean Connery de vuelta en el papel, la sensación es la de un regreso algo forzado. Es cierto que resulta curioso volver a verle con el esmoquin y la pistola, pero también es evidente que los años habían pasado y que el personaje ya no le encajaba del todo. La historia, que retoma la trama de Operación Trueno, no consigue el ritmo vibrante de las mejores entregas y por momentos se vuelve lenta. El guion intenta compensar con humor y personajes secundarios, pero la chispa clásica de Bond aparece de manera intermitente. Lo más destacado probablemente esté en el villano, interpretado con intensidad por Klaus Maria Brandauer, y en la presencia magnética de Barbara Carrera. Visualmente cumple, con escenarios correctos y una fotografía cuidada, pero no logra la elegancia ni la frescura de otras cintas de la saga. Es un título curioso, casi de coleccionista, que sirve para ver a Connery en su última encarnación del agente 007, aunque en el recuerdo quede más como una rareza que como una entrega imprescindible. (ENGLISH) There are Bond films that feel out of place in the saga, and this is one of them. It doesn’t belong to the official EON line, and although Sean Connery returns to the role, it feels like a somewhat forced comeback. Seeing him again in the tuxedo with a gun is intriguing, but it’s also clear that time had passed and the character no longer fit him naturally. The story, a reworking of Thunderball, lacks the vibrancy of the stronger entries and drags at times. The script tries to balance this with humor and secondary characters, but the classic Bond spark only shows up intermittently. The real highlights come from Klaus Maria Brandauer’s intense villain and Barbara Carrera’s magnetic presence. Visually it delivers, with solid settings and polished cinematography, but it never reaches the elegance or freshness of other films in the series. It stands today as a curiosity, almost a collector’s item, letting us see Connery’s final 007 performance—more of a rare artifact than an essential entry.